Clarín se agranda con el aval del macrismo

Las modificaciones que se realizaron, a través de los decretos 236 y 267, a las leyes de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA) y de Telecomunicaciones no solo ampliaron el juego para que los grandes multimedios pudieran seguir creciendo, sino que también buscaron que el Poder Ejecutivo tuviera completo dominio del área. Así Oscar Aguad (Ministro de Comunicaciones) y el ENACOM (Ente Nacional de Comunicaciones), ambos subordinados al Poder Ejecutivo, son los responsables de las decisiones en lo que respecta a telecomunicaciones. Una de sus primeras medidas fue dar de baja todos los planes de adecuación a los que obliga la LSCA, incluyendo el del Grupo Clarín.

El ENACOM es el ente que surgió a partir de la modificación parcial de las leyes LSCA y de Telecomunicaciones.  Se creó por el artículo 1 del Decreto de Necesidad y Urgencia 267 bajo la órbita del Ministerio de Comunicaciones. Sin bien su Directorio debería estar integrado por 7 personas (1 presidente, 3 miembros nombrados por el Poder Ejecutivo y 3 representantes de las primeras minorías parlamentarias) hoy sesiona con cuatro, quorum que si bien está abalado por el decreto, no deja de ser llamativo (y antidemocrático) ya que se trata de los miembros designados por el Poder Ejecutivo.

De esta manera, el ENACOM trabaja con mayoría macrista y el resto de las asignaciones no parecen ser prioritarias.

El viernes pasado se conoció que Aguad firmó la resolución 5/2016 que deja sin efecto la caducidad de la licencia de Fibertel (Grupo Clarín) resuelta por el gobierno kirchnerista en agosto de 2010 por la cual se le había revocado la autorización para que preste servicios de internet y datos. De esta manera Fibertel podrá brindar servicios de transmisión de datos en el ámbito nacional, aviso a personas, videoconferencias y obrar de repetidor comunitario, además de dedicarse al transporte de señales de radiodifusión. Fibertel también podrá brindar valor agregado, ofrecer radioeléctrico de concentración de enlaces, telefonía local y telefonía pública, de acuerdo con la resolución que firmó el ministro. El Gobierno argumentó “razones de ilegitimidad” de la medida tomada por el gobierno anterior.

A esto se suma que el Directorio (incompleto) del ENACOM aprobó las ventas de Telecom a Fintech (un fondo estadounidense cuyo representante en la Argentina es David Martínez) y de Nextel a Cablevisión. Fintech y Clarín forman parte de una sociedad que se forjó, según relata Santiago Marino (1), en 2006 a partir de la fusión entre Multicanal y Cablevisión. En ese momento, el Grupo Clarín se quedó con el 60% del paquete accionario de Cablevisión, que incluía al resto de las empresas (Prima y Fibertel) y Fintech se quedó con el 40% de las acciones. Por lo tanto, si Fintech compra Telecom, Clarín resulta beneficiario y, de esto modo, entra de lleno (ya que Nextel tenía el 3% del mercado) en el negocio de la telefonía, un negocio que mueve un caudal de dinero mayor que el de medios de comunicación.

Una de las primeras medidas de Mauricio Macri como presidente fue nombrar, decreto mediante,  a Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrant como jueces de la Corte Suprema de justicia. Rosenkrant, socio del  bufete Bouzat & Rosenkrantz, fue el encargado defender en múltiples conflictos legales al Grupo Clarín y a Cablevisión. Hoy su nombramiento está siendo tratado en el Senado. En caso de que llegara a prosperar el Grupo Clarín también conseguiría ubicar una pieza clave en el máximo órgano judicial del país. Quienes especulan que estas medidas son una “devolución de favores” por parte de Macri al Grupo Clarín por el blindaje mediático que le dieron (y le dan) durante las elecciones presidenciales tienen motivos para creerlo.

(1) La historia de Fintech y Clarín