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“Pedí a los argentinos dejarse de llamar militantes y convertirse en revolucionarios”

Comunicación Popular entrevistó a Nuria Barbosa León, Filósofa Marxista-Leninista  y Periodista de los medios Granma Internacional y Radio Habana Cuba, habla sobre su mirada de Argentina, el actual contexto Latinoamericano y Cubano. La expectiva respecto de las relaciones con EEUU.

 

-En el año 2013 efectuó una visita a Argentina para presentar el libro Por ese motivo ¿Como ha sido la experiencia de la visita en Argentina?

-La visita a la Argentina fue muy positiva para mi labor profesional y para mi vida personal. Nací con la Revolución y nunca había visitado un país capitalista por lo que pude contrastar la realidad de un sistema que genera desigualdades desde su esencia. Primero me asombré de la velocidad de los autos y las personas, luego de las vidrieras llenas de productos y de la luz intensa en toda la ciudad.

Al visitar las casas de amigos, las villas, los diferentes espacios donde impartí charlas me di cuenta las grandes injusticias sociales. Tropecé con personas enajenadas totalmente de la sociedad que ni siquiera pudieron aprender a leer y escribir, conocí de cerca las luchas sindicales con los miembros de ATE y las ansias de emancipación de los jóvenes.

En ese momento sólo advertí: De volver la derecha al poder político, volverán los cacerolazos a las calles argentinas.

Pedí a los argentinos dejarse de llamar militantes y convertirse en revolucionarios.

 

-En función de las elecciones presidenciales en Argentina y las elecciones legislativas en Venezuela se está frente a un contexto desfavorable para los movimientos populares en Latinoamérica, ¿cómo  cree que esto podría modificar la integración de la región?

-Nuestra integración perdurará en el tiempo, será difícil destruir los espacios como la CELAC, la UNASUR, el Mercosur y otros, pero se intentará silenciar esos espacios y que pierdan todo tipo de fuerza. Nos queda a todos mantenernos unidos y luchar porque se respete nuestra voz.

Pienso que cada uno de nosotros tiene una trinchera y con las armas propias se pueden hacer tiros efectivos para el cambio del mundo. Yo prefiero la ofensiva y disparar todo el tiempo, aunque no siempre posea balas.

 

-El 17 de diciembre de 2014 se restablecieron las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, ¿Cuál es el significado concreto que tiene para Cuba este acuerdo? ¿Cuáles son las expectativas que se elimine el embargo a Cuba?

-Para Cuba es una gran victoria el inicio de las relaciones diplomáticas. Desde el mismo triunfo de la Revolución, los dirigentes han dicho su deseo de dialogar con respeto e igualdad. La Casa Blanca impuso condicionamientos para ese tipo de diálogo.

Nosotros fuimos pacientes y con el prestigio obtenido en la labor solidaria ofrecida a África y Latinoamérica nos ganamos el respeto de las naciones del mundo, por tanto hicieron pensar al imperio del norte para cambiar en su estrategia con Cuba.

Ellos han dicho públicamente que mantienen sus aspiraciones coloniales de acabar con la Revolución cubana, por tanto utilizarán otras tácticas.

Por tanto para los cubanos serán años de nuevos desafíos. Nos tocará lidiar con las premisas imperiales de gobiernos colonizadores dentro de un mundo globalizado y mantener intactos los logros obtenidos con nuestra soberanía nacional.

Pienso que podemos obtener mayores victorias. Hoy nuestra Revolución sobrepasa los 55 años, subsistió al derrumbe del campo socialista y convivió con las potencias del Primer Mundo.

 

-Raul Castro ha anunciado su retiro de la presidencia el 24 de febrero de 2018, ¿cuáles han sido las repercusiones políticas y como es el proceso de elección de la presidencia?

-Los cubanos estamos conscientes y tranquilos. Existen cuadros capaces dentro de la dirección del estado y del gobierno que mantendrá la Revolución. No habrá derrumbe del socialismo en Cuba, habrá continuidad histórica de un proceso conquistado con las armas y el deseo de un cambio social alejado del capitalismo.

El proceso de elecciones ya lo tenemos definido en la Constitución desde 1976. Si bien no es perfecta, mantiene la esencia de una dirección estatal elegida por méritos morales y no por dinero en una campaña presidencial.

Nuestros cuadros y dirigentes son elegidos en cada uno de sus puestos de labor por su desempeño profesional y sus condiciones éticas, que puedan aportar a la colectividad.

La Asamblea Nacional del Poder Popular (el parlamento) se renueva cada cinco años y cada uno de los diputados debió recibir el voto de la comunidad para ocupar un escaño. El Partido Comunista no postula y sólo vela por la pureza del proceso. Ningún diputado recibe salario adicional por desempeñar el cargo y su compromiso esencial es con el pueblo.

Las urnas la cuidan los niños, se vota a partir de los 16 años y se puede revocar los mandatos de los delegados de la comunidad si estos no cumplen con su rol social.

Para mayores explicaciones, visite Cuba.

 

-¿Qué es ser una persona revolucionaria hoy en Cuba?

-Compromiso social ante la justicia y las causas humanitarias, saber criticar y autocriticarse ante lo mal hecho. Amar con pasión a la patria. Ser consecuente con la ideología progresista y revolucionaria. Entregarse, incluso con la vida, hacia la defensa de aquellos valores esenciales para el ser humano.

Un revolucionario tiene su propia trinchera y la cuidará hasta su muerte. Atraerá a la nueva generación para que caven sus propias trincheras.

Un revolucionario en Cuba, necesariamente, entrega y recibe amor.