El pasado lunes 14-03, Lautaro regresaba de la escuela cuando fue interceptado por un coche sin chapa patente del que se bajó un hombre que, a punta de pistola e identificándose como policía, lo encapuchó, lo secuestró y lo llevó junto a un cómplice hasta el vivero de la ciudad.

Una vez en el vivero los dos sujetos comenzaron a golpear al adolescente, tajeandole el cuerpo con una navaja, quemándolo con cigarillos y amenazándolo de muerte. “Ahí te voy a fusilar”, dijo el sujeto armado señalándole un cruce de dos cortes que Lautaro sufrió en el pecho durante la agresión.

La denuncia fue realizada por secuestro y tortura ante la Fiscal de General Alvarado, Ana María Caro. No es la primera vez que Lautaro tuvo problemas con la policía local ni la primera vez que debe recurrir a la Justicia.

Según publicó su padre, Daniel Blengio, en su cuenta de Facebook junto a fotos de las marcas en el cuerpo de su hijo, “este hecho no es aislado”. La noche anterior a la agresión (domingo 13-03) el joven y un grupo de amigos fue detenido por un patrullero para hacer “averiguación de antecedentes” en la zona costera de la ciudad balnearia.

“Durante una requisa y averiguación de antecedentes, en la zona de la costa de la ciudad, dos efectivos policiales, sin la identificación correspondiente, les solicitan los documentos y realizan el pedido de averiguación de antecedentes por radio, siendo negativo. Tres patrulleros más se suman al operativo, cortando la arteria. Un oficial que venía en esos móviles, que resultó ser el que secuestró y torturó al menor el día lunes, solicita les hicieran una nueva requisa a los menores”, relató el padre del joven.

Al resultar negativo el pedido de antecedentes, Lautaro requirió el número de identificación del patrullero, lo que provocó la reacción de un agente de policía que dio ordenes para una nueva requisa, sujetó al joven del cuello, golpeándole la cabeza contra el capot y profirió amenazas. “Pendejo, yo no te conozco ni vos a mí, te voy a desfigurar la cara a piñas y te voy a tirar en el vivero”, dijo el policía que luego fue identificado por el menor como el responsable del secuestro y la tortura en el vivero. El documento del menor fue retenido por personal policial y nunca devuelto. El agente actuante en ese operativo es señalado como el que luego lo secuestró y torturó en el vivero.

La familia del joven expresó su preocupación por una persecusión que viene sufriendo desde el principio de la temporada de verano. El joven Lautaro es militante del Centro de Estudiantes de la Escuela Media N° 1 Rodolfo Walsh, es activista de la Comunidad gay de Miramar y participó en la organización de la Marcha del Orgullo Gay de esa ciudad.

Caso en la justicia

Preocupados por estas prácticas policiales, que incluían abuso de autoridad, insultos, discriminación, amenazas, procedimientos inapropiados, entre otras, es que sus padres recurren a la justicia, motivados también por la falta de respuesta de la cúpula policial.

En principio solicitaron un Habeas Corpus a la Jueza de Paz de General Alvarado, Florencia Hogan (hermana del ex intendente y actual senador provincial, Patricio Hogan). Este fue denegado, por considerar la jueza que no corría riesgo la integridad psicofísica del menor . Mismo procedimiento se realiza en el Juzgado de Garantía N° 3 de la ciudad de Mar del Plata, siendo también denegado pero dándole curso a la Fiscalía General y al Comité Provincial de la Tortura.

“Resulta grave y preocupante que hechos de éste tipo continúen sucediendo en el país, sobretodo cuando se atenta contra los derechos de un menor de edad, quizás la franja de la sociedad más vulnerable ante éste tipo de prácticas abusivas. Y más aún ante quienes participan activamente de movimientos sociales o de reivindicación de derechos, como el caso del menor daminificado, quien además de presidente del Centro de Estudiantes de la Escuela Media N° 1 Rodolfo Walsh es militante de la comunidad LGBTIQ”, cerró en su texto Daniel.